El famoso experimento de Milgram. Milgram tiene más de un experimento, pero uno lo ha hecho más famoso que otros: el experimento de la obediencia a la autoridad. Hoy exploraré un poco este experimento y las críticas que ha suscitado. #Obediencia #Autoridad #Milgram
El experimento de Milgram (1961) investigó la obediencia a la autoridad, inspirado por el juicio de Eichmann. En el estudio, 40 participantes actuaron como «maestros», aplicando descargas eléctricas a «estudiantes» (actores) por errores en una tarea.
Sorprendentemente, muchos continuaron a pesar de los gritos de dolor simulados. Milgram concluyó que la obediencia aumentaba con la distancia emocional de la «víctima» y la cercanía a la figura de autoridad. Propuso el «estado de agente», donde los individuos se ven como ejecutores de órdenes.
El experimento generó bastante controversia ética por el estrés emocional infligido a los participantes, desde luego desde nuestra perspectiva sería inaceptable, aunque el experimento ha impactado bastante en los campos como la psicología social o sociología.
«Variaciones» del estudio mostraron que la resistencia a la obediencia aumentaba cuando otros «maestros» se negaban a seguir las órdenes, subrayando (teóricamente) el poder del apoyo social en decisiones morales.
Pero este experimento tiene bastantes críticas y en la actualidad no se presentan las conclusiones del bueno de Milgram aceptables. Entre estas críticas se basan sobre todo en: * La manipulación de datos, el conocido cherry picking, donde se buscan solo los datos que corroboran la hipótesis.
* Generalización apresurada, algunos críticos consideran que los resultados no pueden extrapolarse fácilmente a situaciones reales como el Holocausto, ya que el contexto experimental no refleja las dinámicas sociales y políticas complejas de esos eventos históricos.
* Sesgo en la interpretación,el experimento no demuestra una «obediencia ciega», como afirmó Milgram, sino comportamientos más complejos influenciados por factores como la empatía y la percepción de daño real. Muchos participantes justificaron su obediencia al creer que no estaban causando daño.
Bueno, ¿y tú qué piensas? Te paso un documental bastante interesante en el que «replican» el experimento en formato concurso (creo que era francés).